jueves, 10 de julio de 2014

Otro tipo

Aunque ya hemos establecido que me tiende a gustarme cierto tipo bastante específico de hombre: ingeniero, con lentes y ojalá pinta de nerd; a veces no puedo evitar que me atraiga otro tipo.
De hombres, claro.
Un tipo de hombre que, a todas luces, me parece inalcanzable.

Creo que ha pasado contadas veces.
El problema es que muy dentro mío, siento que jamás podría estar con un hombre que no cumpla con el patrón usual.
Si es más cool de lo normal, fuera de alcance.
Si es deportista, fuera de alcance.
Si otras mujeres lo miran mucho, fuera de alcance.
Si tiene demasiada seguridad en sí mismo, fuera de alcance.

Entonces me limito a mirarlos, suspirar y seguir con mi vida en búsqueda de ese ingeniero con lentes y pinta de nerd que satisface todos mis usuales requisitos.
Pathetic.

Pero digamos (hipotéticamente) que de pronto conozco a un mino que, aunque es ingeniero, no cumple con ninguna de las otras tradicionales características.
No usa lentes, no tiene pinta de nerd, toca guitarra y juega fútbol.
Y más encima (esto es casi sin precedentes salvo por algunos coterráneos) es de provincia, como yo.
Sin precedentes.
Y (esta es la parte más extraña) casi siempre me da la sensación de que podría ser que le guste.
Un poco.
Tal vez.
Algo.

Aún así, por motivos que prefiero no comentar, dicho ingeniero está fuera de límites.
Al menos por cierto tiempo.
Habrá que ver qué pasa una vez que ese tiempo expire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario