domingo, 1 de febrero de 2015

El que pierde

Cuando nos gusta alguien a quien no le gustamos, l@s amig@ siempre son rápidos en decirnos: ellos se lo pierden.

Pero... ¿se lo pierden realmente?

Si a mí me gusta alguien y yo no le gusto y decido rendirme ¿quién pierde?
Pierdo yo.
¿Qué pierde él?
Nada.
Absolutamente NADA.

Es a mí a quién me va a dar pena cuando piense en él.
Soy yo la que tiene que borrar de mi iPod las canciones que me lo recuerdan.
Soy yo la que ya no va a tener eso que quería con esa persona.

¿Que pierde él?
Nada. Nunca le importé, de modo que perderme no le afecta.
Mi presencia en su vida no hace ninguna diferencia, no pierde nada.
Ninguna canción le recuerda a mí.
NADA, no pierde nada.

¿Qué perdí yo?
Yo perdí y punto.

Por eso a veces es mejor simplemente pegarse la cachada y rendirse.
Decir: "Me gustas, yo no te gusto, y no importa cuánto tiempo pase eso claramente no va a cambiar. Me rindo, tú ganas. Tengo paciencia infinita, pero el corazón tiene un límite".

Es TAN agotador cuando te gusta alguien que no se decide... no saber lo que piensan o sienten... cansa demasiado, y eventualmente mejor rendirse.
Y aunque no lo crean; no es TAN malo como perder.

Al final si uno se rinde, siente algo de control en el tema.
Igual da pena, obvio. Sobre todo cuando estás segura de que podrías ser muy feliz con el susodicho, y que él te podría hacer feliz a ti.
Duele... pero al menos es un dolor controlado, elegido.

Mi consejo: el que se rinde, pierde menos...

¿Qué perdí yo?
Así como 6 meses de mi vida, y un millón de fantasías y sueños que nunca se cumplirán.
Goodbye, gorgeous...

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