miércoles, 29 de julio de 2015

Incidente Ricky Martin, Cita Tinder #2

[ADVERTENCIA: Post largo muy detallado, vaya a hacerse un tecito/cafecito/chocolate caliente para disfrutar mientras lee]

Después de que decidí dejar de ver a TinderGuy #1 por el Otro Tipo (sólo para no crean que soy malvada, TG1 igual me había dejado un poco de lado porque estaba resolviendo unos temas), me salí de Tinder por un tiempo.
Porque obvio, estaba el Otro Tipo.

Pero una vez que el susodicho desapareció (literalmente, onda por todo lo que sé el gallo capaz se murió), quise tratar de recomponer mi pobre corazoncito, con la ayuda del amigo Tinder.
Porque obvio, a veces uno hace estupideces.  

Y así fue que conocí a... bueno, a falta de un mejor nombre, llamémoslo "Lito" (por "Pastelito" o "Bartolito" - el regreso de los horrores de las citas XD)

Aunque no me puedo quejar mucho del susodicho en su estado pre-cita (porque teníamos intereses en común, y pasó la prueba de la selfie espontánea), la cosa se empezó a poner rara cuando me recogió en mi pega y fuimos al lugar elegido para la cita.
Me di cuenta de que repetía todo lo que yo decía, 2 o 3 veces de diferentes maneras.

Ejemplo: "Soy de Punta Arenas" (sí, lo admito, lo dije con orgullo magallánico, inevitable)
Y él decía: "Punta Arenas, de Punta Arenas vienes, última región de Chile, de allá eres, de allá somos...".

Raro ¿no?

Decidí pasar eso por alto; aunque fue difícil, porque lo seguía haciendo.
Cuando nos tomaron la orden, yo pedí un mango sour y me preguntó si el mango era mi fruta preferida.
Le dije: "podría ser, aunque igual me encantan las berries".
A lo que Lito respondió: "¿Las berries te gustan? Berries, tu fruta preferida, las berries..." 
Ok...

Pero podría haber dejado todo esto pasar, de no haber sido por lo que hoy llamo "el incidente Ricky Martin", como ya se ve en el título de esta humilde entrada.

[Disclaimer: Me encanta Ricky Martin desde que soy chica. Cómo canta, cómo baila ¡cómo sonríe!. Lo encuentro bakán, seco y ultra valiente. ¡Un grande!]

Me preguntó qué me gustaba hacer en mi tiempo libre.
Le dije que me gustaba escribir, leer, tocar guitarra y cantar.
"Ah, o sea eres muy musical, música y pura música en tu vida, una vida musical llevas parece" (raro ¿cierto?) "¿y no has pensado ir a The Voice, por ejemplo? ¿por ejemplo The Voice? Podrías cantar ahí, allá cantas y ganas..."

Le conté entonces que había ido al casting masivo, pero que dudaba mucho que fuera a quedar.
Me preguntó a quién estaban considerando como juez internacional, y le dije que estaba en conversa que fuera Chayanne (ídolo, lo amo), porque en esa época él era el posible juez invitado.

Entonces Lito dijo: "Igual bakán, aunque tal vez Ricky Martin podría ser mejor, como está más consolidado; Ricky Martin mejor, sabe más Ricky Martin".
Le vi la lógica y estuve de acuerdo (hasta pasé por alto eso raro que hacía repitiéndolo todo), aunque enfaticé el hecho de que Chayanne ha sido mi ídolo desde hace más de 20 años (es como un tema de familia, todos lo amamos).
Y entonces me dijo, de pronto "Pero ¿tú supiste lo que hizo Ricky Martin?"

Le dije que no (porque no había escuchado ninguna copucha ni rumor últimamente) y que me contara; admito que en ese momento tenía toda mi atención y mi mejor sonrisa.
Entonces, casi emocionado por pensar que me daba la primicia, me dijo: "Cacha que Ricky Martin compró una mujer para que tuviera a sus hijos".
Yo lo quedé mirando, en parte por su elección de palabras, y en parte porque estaba esperando la copucha. Como se limitó a mirarme de vuelta con los ojos muy abiertos, corregí: "Arrendó un vientre... le pagó a un mujer para que tuviera a sus hijos... sí".
No era novedad.
Y él me explica: "Claro, pero no fue teniendo sexo, para que los hijos no salieran gays".
Mi cara era un poema, más que seguro. Me quedé callada y lo miré con cara extrañada.
"O sea... fue... in vitro", dije, tratando de hacer sentido de lo que había dicho.

"Claro" dijo, como si fuera experto en la materia "pero sin sexo, para que los niños no fueran gays"

No sé cuánto me demoré en volver a hablar, pero en ese tiempo, me terminé mi mango sour, maldije Tinder, me maldije a mí por ser pésima jueza de carácter y lo miré, más seria.
"Primero, porfa no vuelvas a decir eso, porque es... o sea, no. No lo digas porque... no" no tenía palabras, realmente. "Segundo, estás sonando medio homofóbico... y si lo eres ok, lo respeto, pero tenemos un problema aquí".

Por un segundo me miró con pánico, como si yo fuera una cucaracha gigante y empezó: "no, no, obvio que no soy homofóbico. Pero es que tampoco nunca en mi vida he conocido un gay".
Me dio un poco de risa, porque lo más probable es que conozca muchos y no tenga ni idea.
"Ok, pero no puedes andar diciendo que Ricky Martin compró a nadie, o que la fertilización in vitro es para evitar guaguas gays" a estas alturas ya me reía de lo absurdo de la situación "ser gay no es genético".

Me miró con una cara de superioridad que sólo recuerdo haber visto en villanos Disney (piensen en Yaffar) y la tira: "¿Y tú cómo sabes?"
Ya llegados a ese punto me di cuenta de que la cosa no iba a pasar de esa "cita", de modo que por toda respuesta me comí un par de papas fritas; lamentándome por lo bajo que ha caído parte de la civilización.

"Oye, pero que quede claro que no soy homofóbico", dijo de pronto, después de que me quedara callada por más tiempo del necesario.
"Ok" decidí ponerlo a prueba con un escenario que propongo siempre; me sacudí las manos y crucé los brazos "digamos que es el cumpleaños de un amigo mío que es gay y yo te llevo conmigo. ¿Lo vas a abrazar y felicitar porque es su cumpleaños? ¿o te va a dar asco tocarlo porque es gay?"

Lo pensó (¡LO PENSÓ!) y dijo: "Obvio que lo saludo, si yo sé que ser gay no se pega con abrazos"
No se pega con abrazos, ¡NO SE PEGA CON ABRAZOS! O sea... yo... ¡¿QUÉ?!
Me encantaría tener una foto de mi cara en ese preciso momento, porque estoy segura que nunca me he visto más deforme con rabia/risa en mi vida.

Me reí por lo bajo, entre condescendiente y derrotada.

"¿Sabes qué?" le dije con una sonrisa de consuelo "esto no tiene futuro. Ninguno". Saqué mi billetera de la cartera para pagar lo que había tomado e irme, pero me paró diciendo: "Ya, pero no digas eso..."
Me senté y lo miré ya agotada y chata "Mira, tú claramente tienes... temas. Para mí la homofobia es inaceptable, lo siento..."

Medio como que se dejó caer en su silla y suspiró.
Me dijo que aunque no tuviéramos futuro, por favor lo dejara pagar y acompañarme a mi casa.
Puso tal cara de cordero degollado (porque en Chile no son ojos tiernos de cachorro, es cara de animal muerto), que no pude más que decirle que ok.
Pagó y nos fuimos.

Nueve cuadras (porque no tenía mucho más que hacer que contarlas mientras las caminaba) después, me dejó en mi casa.
Y cuando me fui a despedir de él, con un correcto y educado beso en la mejilla, corrió la cara y me tomó por sorpresa robándome un topón.
O sea más encima ¡ladrón!


Le pregunté: "¿Pero qué te pasa?" (en verdad fue más un grito que una pregunta), me respondió: "¡es que quería sacar algo de esta cita!" y medio con risa por que me había tomado por sorpresa, rabia por la noche desperdiciada y su tonta respuesta, entré corriendo a mi edificio.

Sobra decir: nunca más supe de Lito. Pero fue una lección de vida; aprendí que la estupidez humana realmente no tiene límites.

Y para celebrar que Ricky Martin es un seco, los dejo con una de mis canciones preferidas suyas, que habla de las cosas importantes: amor, igualdad y aceptación.
Enjoy!


2 comentarios:

  1. HAhahahahahaha csm, que manera de reir, harto me rei, con risa.

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  2. Ajajajajaj robaré topones para sacar algo más!!! Será negocio de seguro

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